El césped es muy apreciado en jardinería ya que a diferencia de otras cubiertas vegetales, el césped soporta el pisoteo, resiste siegas frecuentes y crea una alfombra verde, suave, compacta y uniforme que aporta atractivo, amplitud y espacio de juego y disfrute en el jardín. Nosotros nos dedicamos a la instalación de césped y hemos elaborado esta entrada para orientar un poco a quien quiere instalarse un césped en el jardín.
Para la creación de un césped se suelen incluir entre 2-5 especies cespitosas puesto que con una única especie resulta muy complicado formar un tapiz denso, compacto y equilibrado, además de resistente al clima del jardín, al pisoteo, a las enfermedades, al tipo de suelo..,etc.
Puedes consultar todos los aspectos necesarios para el diseño y mantenimiento del césped en las subsecciones siguientes:
Plantas para césped
Existen poco más de 20 especies adecuadas para la formación de un césped, un número reducido debido al conjunto de características que deben cubrir en mayor o menor grado:
- Calidad estética: Un césped es un elemento decorativo del jardín. Las especies de hoja fina son las más atractivas, aunque generalmente son las especies más delicadas y que precisan de más mantenimiento, por lo que necesitan ser combinadas con especies más rústicas. Además, todas las especies para césped deben crecer con buena densidad y buen color para poder formar una alfombra con buen aspecto estético.
- Rapidez de implantación del césped: Las especies cespitosas pueden crear un tapiz uniforme y compacto en poco tiempo, aunque algunas especies sólo necesitan entre 5-7 días y otras necesitan varias semanas.
- Resistencia: Para que el césped se encuentre verde todo el año y pueda servir de espacio de juego y disfrute, las especies cespitosas deben soportar el pisoteo, así como adaptarse al clima del jardín. Hay especies adecuadas para climas templados y fríos, así como para climas cálidos. Algunas especies soportan mejor la sequía, otras resisten ambientes salinos, otras crecen bien en espacios sombríos…, etc.
Seleccionando especies resistentes al uso y clima del jardín también conseguiremos crear un césped resistente a las enfermedades. - Mantenimiento reducido: El césped es muy exigente en agua y nutrientes, además precisa de diversas labores de mantenimiento como siega, perfilado, escarificado, aireado, abonado.. Algunas especies más rústicas y resistentes permiten reducir el mantenimiento y el consumo de agua del césped.
Tipos de césped
En función del clima y del uso que vayamos a dar al césped, podemos crear diferentes tipos de césped:
- Césped familiar: Es un césped resistente al pisoteo, de mantenimiento cómodo y de estética más o menos atractiva, en función de las especies que se seleccionen. El césped familiar es adecuado para la mayoría de espacios del jardín.
En este tipo de césped suelen predominar Lolium perenne L (Raigrás ingles) y Poa pratensis, además de poder incluir Festuca rubra, Stenotaphrum secundatum y Zoysia japónica. - Césped rústico: Es un césped que presenta alta resistencia al pisoteo y arrancamiento, así como una rusticidad general para soportar mejor las inclemencias climáticas.
Una mezcla buena puede ser: 70% Festuca arundinacea, 20% Lolium perenne L (Raigrás inglés) y 10% Poa pratensis.
La combinación de Festuca arundinacea y Poa pratensis crea un sistema radicular consistente y de gran resistencia al arrancamiento. Raigrás inglés acelera el establecimiento e implantación del césped. - Césped ornamental: Es un césped de gran calidad estética, por lo que se utilizan especies de hoja muy fina y decorativa, como Festuca rubra y Agrostis, mezcladas con Lolium perenne L (Raigrás ingles) o Poa pratensis para conseguir un césped más resistente. Lograr instalar este tipo de césped requiere muchos cuidados del suelo y del césped, pero además, una vez instalado, es un césped que requiere siegas frecuentes y mucho riego. El césped ornamental es adecuado para espacios destacados y de poco tránsito ya que este césped no soporta el pisoteo continuo.
- Césped de bajo mantenimiento: Es un césped que exige pocas siegas o incluso ninguna, además de necesitar menos escarificados, aireación, abonados…
Para crear un césped de poco mantenimiento podemos recurrir a: Festuca ovina, Zoysia japónica, así como a especies tapizantes como Dichondra repens, Trifolium repens y Bellis perennis. - Césped resistente a la sequía: Es un césped que necesita menos agua y permite espaciar más los riegos reduciendo el consumo de agua.
Podríamos realizar la siguiente mezcla: 80% Festuca arundinacea y 20% Cynodon dactylon.
En otros climas más fríos, Cynodon dactylon se secará en invierno, rebrotando en primavera. Para mantener el césped más verde en invierno, podemos optar por otra mezcla: 60% Festuca arundinacea y 20% Agropyrum cristatum y 10% Cynodon dactylon.
Podremos reducir más aún el consumo de agua de riego si creamos un césped con tapizantes como Dichondra repens, Trifolium repens y Bellis perennis. - Césped costero: Es un césped capaz de resistir suelos y aguas salinas, además de soportar la sequía habitual en ambientes salinos.
En zonas de costa podemos crear un césped con 80% Festuca arundinacea, 10% Cynodon dactylon y 10% Pennisetum clandestinum (Kikuyu). - Césped de sombra: Es un césped resistente a zonas sombrías.
Para crear un césped en una zona sombría podemos mezclar: 50% Festuca rubra rubra, 30% Festuca rubra commutata, 15% Ray-Grass inglés y 5% Poa pratensis.
Instalación del césped
Al igual que el resto de plantas del jardín, para la instalación o plantación del césped seguiremos los siguientes pasos:
Plano de plantación: Debemos delimitar con exactitud el espacio donde se ubicará el césped. Para facilitar el riego y la siega, conviene trazar un espacio diáfano, abierto y sin recovecos. Si el césped se sitúa a un nivel más alto que los caminos o bordes que lo rodean, facilitaremos el acceso al cortacésped reduciendo el tiempo y esfuerzo de siega y perfilado del césped.
Momento de plantación: El mejor momento para la plantación o instalación de un césped es primavera u otoño. Se deben evitar temporadas de calor o frío extremo para favorecer que el césped se establezca bien y pueda generar un sistema radicular fuerte para soportar mejor las inclemencias meteorológicas.
Preparación del lugar de plantación: Antes de iniciar la instalación o plantación del césped, realizaremos un análisis del suelo. Para que el césped se establezca sin problemas necesita una capa de tierra de 20-30 cm que tenga una textura suelta, aireada y sin encharcamientos, de fertilidad media y de pH indiferente, a excepción de suelos muy ácidos o muy alcalinos.
Si contamos con un suelo de textura arcillosa, debemos comprobar si puede presentar problemas de encharcamiento para las raíces del césped. Para mejorar su capacidad de drenaje podemos añadir una capa de entre 2-10 cm de tierra arenosa y mezclarla con un motocultor o con una azada. Si los problemas de encharcamiento son graves, podemos instalar una estructura de drenaje subterráneo, una red de tubos a 40-50cm de profundidad, que evacúen el agua hasta un colector principal.
Si contamos con un suelo de textura arenosa, puede ser conveniente aportarle una capa de 2-5cm de compost, mantillo o estiércol bien descompuesto para mejorar su nivel de nutrientes.
Una vez aplicadas las mejorar necesarias en el suelo, incorporaremos la red de riego automático, prácticamente imprescindible en un césped, puesto que nos permitirá regar el césped de forma homogénea con el máximo ahorro de agua y de tiempo. Es conveniente realizar un primer riego para probar la instalación de riego automático y provocar el nacimiento de hierbas adventicias.
Finalmente eliminaremos las hierbas adventicias o malas hierbas extrayendo sus raíces para evitar que rebroten y nivelaremos el terreno con un rastillo dejándolo listo para la plantación.
Adquisición de semillas o tepes para crear el césped: Existe una amplia gama de opciones para césped en el mercado:
- Césped de semillas: Las empresas especializadas en césped han desarrollado numerosas mezclas de semillas o fórmulas para césped adaptadas a diferentes necesidades, climas y tipos de césped. Todas ellas se venden en paquetes, bolsas o sacos precintados y etiquetados, indicando las semillas que incluye y el porcentaje de cada una de ellas, su peso bruto, su número de lote y su fecha de envasado.
Otra opción es realizar nuestro césped a medida comprando sobres o sacos de semillas de cada especie por separado para mezclarlas en la proporción adecuada a las características que busquemos. - Césped de tepes: Otra opción rápida y cómoda, aunque de precio más elevado, es crear un césped de tepes, tiras de césped enrolladas que se colocan directamente sobre el suelo de nuestro jardín. Su instalación es rápida, aunque necesitaremos esperar entre 10-15 días para poder pisarlo, el tiempo que tardará el césped en enraizar sobre el suelo del jardín.
En el mercado existe una amplia variedad de tepes en función del clima y del tipo de césped deseado. Además se pueden conseguir esquejes, por ejemplo con la grama americana.
Siembra o plantación del césped: La plantación del césped es muy sencilla y los resultados se observan muy rápido.
Siembra de césped de semillas: La siembra se realiza repartiendo las semillas a mano o a voleo. Debemos intentar distribuir las semillas de manera uniforme por todo el terreno. La dosis habitual es 35-40 gramos de semillas por cada metro cuadrado, aunque en el envase se indica.
Después de repartir las semillas, debemos enterrarlas ligeramente pasando el rastrillo de delante hacia atrás.
Finalmente, regaremos el área sembrada varias veces al día para mantener húmeda la primera capa del suelo hasta que el césped alcance 2cm de altura, momento en el que podremos comenzar a reducir el riego gradualmente.
La germinación de las semillas se producirá a partir del 5º o 6º día en las especies más rápidas como Lolium perenne L. (Ray-grass inglés) o Paspalum vaginatum, mientras que las demás irán germinando en los siguientes 30 días.
Plantación de césped en tepes: Los tepes se desenrollan y se colocan en el suelo ajustándolos para que no queden huecos.
Una vez distribuidos, los tepes se deben regar a diario 15-20 días para que enraícen en el suelo del jardín, evitando pisarlos hasta entonces. Después comenzaremos a disminuir gradualmente el riego.